Capitulos:
12345678910111213
1 - Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Timoteo nuestro hermano,a la iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los santos en toda la región de Acaya:
2 - Que Dios nuestro padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.
3 - Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,
4 - quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
5 - Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo.
6 - Si sufrimos, es para que vosotros tengáis consuelo y salvación; y si somos consolados, es para que vosotros tengáis el consuelo que os ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos.
7 - Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a vosotros, porque sabemos que así como participáis de nuestros sufrimientos, así también participáis de nuestro consuelo.
8 - Hermanos, no queremos que desconozcáis las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión, que hasta perdimos la esperanza de salir con vida:
9 - nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los muertos.
10 - Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos.
11 - Mientras tanto, vosotros nos ayudáis orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones.
12 - Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre vosotros, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabidurí
13 - No os estamos escribiendo nada que no podáis leer ni entender. Espero que comprenderéis del todo,
14 - así como ya nos habéis comprendido en parte, que podéis sentiros orgullosos de nosotros como también nosotros nos sentiremos orgullosos de vosotros en el día del Señor Jesús.
15 - Confiando en esto, quise visitaros primero a vosotros para que recibierais doble bendición;
16 - es decir, visitaros de paso a Macedonia, y veros otra vez a mi regreso de allí. Así podríais ayudarme a seguir el viaje a Judea.
17 - Al proponerme esto, ¿acaso lo hice a la ligera? ¿O es que hago mis planes según criterios meramente humanos, de manera que diga «sí, sí» y «no, no» al mismo tiempo?
18 - Pero tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que os hemos dirigido no es «sí» y «no».
19 - Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre vosotros, no fue «sí» y «no»; en él siempre ha sido «sí».
20 - Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos “ámén» para la gloria de Dios.
21 - Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a vosotros. Él nos ungió,
22 - nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como garantía de sus promesas.
23 - ¡Por mi vida! Pongo a Dios por testigo de que es sólo por consideración a vosotros por lo que todavía no he ido a Corinto.
24 - No es que intentemos imponeros la fe, sino que deseamos contribuir a vuestra alegría, pues por la fe os mantenéis firmes.